No, no tengo tiempo nunca, por eso llevo años bloqueada, sin escribir apenas ni un cuento que como boomerang nos dispare las ganas o los sentidos o los instintos; un cuento que despierte tu mente.
No, no tengo tiempo nunca, por eso no he viajado mucho, no conozco el mundo más que por telediarios y vídeos, fotos y anécdotas, pero mi vida es un viaje, incluso sentada en el sofá no me detengo, ahora estoy corriendo junto a ti, tomando el tren a la siguiente oración.
No, no tengo tiempo nunca, por eso no he viajado mucho, no conozco el mundo más que por telediarios y vídeos, fotos y anécdotas, pero mi vida es un viaje, incluso sentada en el sofá no me detengo, ahora estoy corriendo junto a ti, tomando el tren a la siguiente oración.
No, no tengo tiempo nunca, por eso no he publicado casi, mis textos envejecen en el ordenador, algunos tienen más años que nuestro amor, amor; tampoco he expuesto mucho ni creado grandes obras, dibujo en agendas lo que se cruza por mi mente; como un rayo de sol, apenas tengo tiempo para mi imaginación, sólo dedico unas horas a calentar la hoja con alguna emoción.
No, no tengo tiempo nunca, por eso prácticamente no tengo amigos, pasan días y días en que sólo hablamos tú y yo, amor; en que el mundo se vuelve un decorado con coches y nubes, con niños que lloran y ríen, con interrogantes y alarmas, donde nadie nos habla más allá de pedirnos dinero, preguntar una dirección o qué queremos en la panadería o el bar; la soledad era esto de quedarnos sin tiempo, al margen del reloj.
No, no tengo tiempo nunca, él me tiene a mí. Por ahora.
me gusta tu soledad de allende... se parece a mi espejo que rompí y en el cual me observo aún... sigue botando tus textos, alguien como yo los recoge.
ResponderEliminarGracias por pasar a leer y comentar.
EliminarQué suerte tener tus ojos desde el otro lado.